Una pulga aventurera,
decidió salir de viaje,
preparó su equipaje
y a la puerta se asomó.
Vino un perro muy lanudo,
caminando muy tranquilo.
Uy, ahí viene el colectivo
dijo la pulga, y saltó.
Y así, sí, sí, viajó, jó, jó,
en la oreja de un perro lanudo.
La pulga, ga, viajera, ra,
quién sabe hasta dónde llegó.